Durante el último tiempo, muchos han sido los países que se han unido a la realización de campañas de concientización y prevención con población juvenil, con el objetivo de reducir el embarazo adolescente, teniendo en cuenta que de acuerdo con las estadísticas presentadas por distintas organizaciones, entre las que se destaca el Banco Mundial, es un problema de salud pública que se hace cada vez más importante.
Pese a lo anterior, parece que los resultados no son tan positivos como desearían las autoridades que actúan desde el campo de la salud pública, ya que son muchos los registros de embarazos a temprana edad, lo que pone de manifiesto que los menores no están accediendo a la información o en su defecto las campañas están fallando en algún punto.
La publicación de un embarazo adolescente en Facebook que provoca la prevención de la policía
Lo interesante del caso, es que hace poco en Chile, una joven con tan sólo 14 años de edad publicó un anuncio en la red social Facebook, en donde indicaba que se encontraba en embarazo, es decir, un caso más que se registraba en América latina de un embarazo precoz.
El caso se hizo más relevante cuando se dio a conocer la edad de la chica a la opinión pública, motivo por el cual pronto se informó a la policía, obligándola a intervenir en el hecho.
Sin lugar a dudas, la situación conmocionó al país, ya que se dedicó buena parte de los noticiarios a hablar sobre la situación, pues el embarazo de una menor de 14 años encendió las alarmas. Lo que llama más la atención, es que esta clase de situaciones se presentan todos los días, sólo que esta vez al publicar el embarazo adolescente en Facebook, se le dio más relevancia.
De acuerdo a lo que expresaba la menor en su cuenta en la red social, se encontraba muy feliz por su estado, además de anunciar públicamente que haría todo lo que estuviese en sus manos para poder ser una buena madre.
¿Qué ocurrió luego con la joven?
Una vez que dio a conocer toda la situación y el caso trascendió las barreras de Facebook, los resultados dieron a entender que en realidad quien había ayudado con la procreación de este bebé era su propio padre.
Por supuesto, pronto se contactó con el padre de la menor para dar continuidad con el proceso respectivo en este tipo de situaciones.