expresión artístico-escénica que evoca sentimientos y una historia mediante el lenguaje del movimiento, en constante avance va de la mano de una serie de métodos corporales, técnicas y acercamientos coreográficos que lo alimentan permanentemente.
Existen diversidad de técnicas y disciplinas en las que se apoya actualmente la Danza Contemporánea para el enriquecimiento del arte, como por ejemplo el ballet clásico, danza moderna, yoga, pilates, improvisación y aikido.
Nuestro cuerpo habla y con cada gesto se expresa.
Combinando ciertas disciplinas, se logra desarrollar y perfeccionar la expresión, la sensibilidad, la imaginación, la creatividad. Y es que, usando el cuerpo humano como una herramienta de expresión emocional, la danza contemporánea transmite un concepto, plantea un escenario y presenta las expresiones con la intención de mostrar ideas y sentimientos. De la misma manera, busca la invención a través de nuevas formas de movimiento basadas en el concepto que quiera buscar el coreógrafo, siempre en busca del enlace con lo terrenal, con lo humano y sus pasiones.
Danza, movimiento y cultura
Sabemos que la danza en todas sus formas y enfoques, tiene la virtud de proyectarse sobre diversos aspectos de la realidad cultural y por ende en la sociedad y, donde las principales contribuciones que se pueden destacar está el hecho de haber equilibrado con respecto a las teorías sobre el cuerpo, que, se ha visto especialmente como un sitio de inscripción de lo simbólico o como un objeto conducido por fuerzas externas o internas, donde por mencionar por ejemplo cómo en la danza contemporánea se inventan y reinventan conceptos a través del movimiento; con el paso del tiempo hemos visto la evolución de la danza, el movimiento y la cultura, solamente por el hecho de haber retado convencionalismos y cerrados dualismos, tipologías y categorías conceptuales; y el haber revelado dimensiones de la experiencia corporizada, ha hecho de la danza contemporánea un punto importante de la expresión de la cultura.