Existen numerosos consejos para ahorrar energía. Son muchos los estudios que dicen que el ahorro de energía debe ser un compromiso cultural y social, para que el medio ambiente reciba los beneficios, pero ahorrar energía no es una tarea tan fácil. Lleve a cabo esto, lo otro y lo de más allá, y ahorrará dinero. Esto es correcto y fundamental. Al fin y al cabo, conservar la energía en tu propia casa beneficia tanto al medio ambiente como a tu presupuesto. Lamentablemente, no es tan sencillo. Le demostraremos por qué el ahorro suele fallar.
La conservación de la energía no es una tarea sencilla
Seamos sinceros. Todos sabemos qué es lo que más electricidad consume en el hogar, ya sea la calefacción, la nevera o la cocina. Y conocemos los consejos de ahorro de energía asociados. En consecuencia, sabemos exactamente cómo reducir el gasto de electricidad, agua y energía. Sin embargo, ¿por qué es tan difícil ahorrar? A continuación se exponen las razones más convincentes.
Somos sencillamente humanos: existe un acuerdo generalizado de que conservar la energía es fundamental. Sin embargo, ¿por qué los individuos no responden adecuadamente? Porque las personas no siempre actúan de forma lógica en cuanto a la conservación de la energía. También son críticos otros requisitos. Por ejemplo, si me apetece una larga ducha caliente después de un largo día, no me preocupa el ahorro de energía en este caso. Todo el mundo tiene esos casos en los que pasa por alto la oportunidad de ahorrar electricidad.
Los siguientes consejos de ahorro de energía están muy simplificados:
Numerosos consejos para ahorrar energía se concentran exclusivamente en un único componente de causa y efecto. Por ello, no pueden aplicarse de manera uniforme a todos los hogares. El estado completo de su hogar tiene una influencia significativa que a menudo se pasa por alto. Muchos consejos para ahorrar energía son superficiales.
Gastos y daños inesperados: Los consejos para ahorrar energía son bienintencionados. Sin embargo, lo que ahorra unos cuantos kilovatios/hora de electricidad por un lado puede acarrear gastos imprevistos o incluso daños por otro. Puede que mi bienintencionada conducta de ahorro de energía provoque daños en un equipo eléctrico o provoque algún otro efecto imprevisto.