Rafting.
Ideal para quienes están buscando aventura y emoción, sin embargo, puede ser peligroso si no se practica de forma correcta. Suele practicarse en ríos de corrientes agitadas y de allí el que se le considere parte del grupo de deportes acuáticos extremos.
Windsurf.
Muy conocido y popular por combinar el surf y la navegación. Se hace uso de una tabla combinada con una vela y se busca aprovechar al máximo la potencia del viento para realizar movimientos y desplazarse a través del agua.
Sin duda es una actividad desafiante y quizás iniciarse en ella sea un poco difícil pero la ventaja es que puede ser practicado a cualquier edad.
Kayak.
Puede practicarse en río o en océano. Es una actividad realmente divertida, emocionante y para aventureros, sin embargo, también puede llegar a ser peligrosa.
Los kayaks para el mar suelen ser mucho más largos que los de ríos y permiten más maniobras a pesar de estar hechos para recorrer distancias más cortas.
Jet ski.
El equivalente a las motos de agua que de seguro todos conocemos. Es una actividad que pueden realizar adultos, niños y adolescentes por igual, especialmente para quienes amen la sensación de velocidad y de buen motor. Resulta mejor practicarla en mar abierto.
Es un deporte que puede disfrutarse tanto a altas velocidades como a bajas. Resulta fácil de aprender y solo requiere de la destreza de aprender a darle gas.