El mundo actual se define por el estrés, la actividad frenética, la falta de tiempo y la presión por rendir en todo momento y lugar. Los estados internos de tensión que se producen se manifiestan a menudo como problemas físicos, como dolores de cabeza o molestias en la espalda. La curación espiritual se ocupa de resolver estos desequilibrios internos, ya que sólo cuando el alma y el espíritu están «en armonía» puede producirse el bienestar.
Terapia o curación espiritual
La salud espiritual, a menudo denominada «curación espiritual» o «terapia espiritual», se centra en el mundo emocional y mental del paciente con el objetivo de alterar favorablemente los procesos de conciencia desfavorables. Esto empuja los límites de lo que es físicamente posible experimentar. Se trata de una de las formas más antiguas de curación y se ha llevado a cabo durante milenios. En la actualidad, la curación espiritual se emplea junto con el tratamiento tradicional.
¿Cuál es el mecanismo de la curación espiritual?
Los sanadores espirituales actúan con energía: el terapeuta coloca sus manos en el cuerpo del paciente durante la terapia, transfiriendo energía de su propio cuerpo al paciente. Esto estimula la capacidad de autocuración y la conciencia del paciente, con lo que se resuelven los trastornos y las enfermedades físicas. El Dr. Bittscheidt caracteriza los procesos internos de la curación espiritual de la siguiente manera:
«La conciencia del paciente puede ajustarse a un nuevo patrón y puede recuperar parte del poder de las dudas y preocupaciones que suelen estar relacionadas con la enfermedad. La información curativa se transfiere a través del silencio y la reflexión y, finalmente, encuentra su camino hacia el cuerpo, donde comienza a efectuar cambios físicos.»
Numerosos sanadores espirituales informan de pacientes que se consideraban «intratables» por la medicina tradicional y que, sin embargo, reaccionaron bastante bien a una variedad de modalidades de curación alternativas. Joachim Faulstich describe en su libro «Secret of Healing» (El secreto de la curación) el trabajo de un terapeuta que combinó con éxito Feldenkrais con la hipnosis.
En términos literales, Faulstich «Martin Busch (el terapeuta) aprendió a confiar en las visiones que aparecían ante el ojo interior a lo largo de su terapia. Con frecuencia, las preguntas o respuestas que se producen a partir de estos destellos inesperados del pensamiento hacen que una sesión tome un camino que no habría sido factible bajo un control lógico.»