El embarazo es sin duda alguna una de las etapas más importantes y significativas en la vida de toda mujer. Es un proceso de cambios en el que la madre y el feto se ven expuestos a diversas afecciones propias del período de gestación. Y aún y cuando no es generalizado, existen algunas molestias que pueden presentarse en al menos el 65% de las embarazadas que pueden controlarse sin mayor problema.
La pirosis en el embarazo es una de las molestias o afecciones más comunes durante el embarazo y se traduce en una sensación de dolor y ardor que empieza en la boca del estomago y puede extenderse hacia la garganta, acompañada del reflujo de la comida, que genera un sabor agrio o amargo en la cavidad bucal.
La acidez durante el embarazo, se produce cuando el ácido estomacal o jugo gástrico refluye hacia el esófago causando dolor gracias a la acción que ejerce sobre su mucosa, difiriendo de la típica que puede sentirse en la boca del estomago a causa del reflujo de alimentos.
¿Qué factores influyen en la aparición de la acidez estomacal en el embarazo?
Existen múltiples factores que favorecen la aparición de la acidez pero la causa principal tiene que ver con el debilitamiento del esfínter esofágico inferior que es el responsable de separar el reservorio estomacal del esófago y de facilitar el flujo del ácido gástrico. En algunas ocasiones este esfínter esofágico inferior es más débil e incompetente gracias a factores genéticos y hereditarios.
Otras de las causas de esta afección se asocia a la dificultad del vaciamiento gástrico, dilatandodose más allá de lo acostumbrando el paso de los alimentos desde el esófago hacia el reservorio estomacal. Las hernias de hiato suelen ser también desencadenantes de la acidez por las alteraciones y presión que ejercen sobre el esfínter esofágico inferior.