La carcoma es un insecto de tipo xilófago de ciclo larvario muy parecido a un escarabajo que construye o cava galerías en la estructura interna de la madera seca, que le sirve como fuente de alimento. Generalmente es de ojos muy grandes y separados, de color oscuro y de minúsculo tamaño.
Esta plaga está presente alrededor del mundo y suelen ser muy difíciles de detectar; se encargan de destruir la madera desde adentro por lo que es particularmente complicado enterarse de su existencia antes de que alcancen su fase adulta, que es cuando hacen orificios en la superficie para salir y poner sus huevos, para luego morir.
¿Es peligrosa la carcoma para nuestra salud?
Este insecto representa un riesgo para los seres humanos que muy probablemente no ha de manifestarse a largo plazo, sin embargo, la presencia de parásitos derivados de sus larvas como es el caso de la Scleroderma doméstica, puede generar picaduras que si bien no son mortales, pueden ser bastante molestas y dolorosas.
El principal peligro de estos organismos tiene que ver con el deterioro de las estructuras de madera y la descomposición interna que causa la carcoma puede hacer que los muebles pierdan rigidez y que estructuras completas cedan hasta desplomarse.
Este tipo de plaga se aloja únicamente en madera muerta por lo que representan un riesgo principalmente para las personas y sus casas. De no tratar a tiempo la infección de carcoma, puede acarrear grandes pérdidas económicas, de allí la importancia de erradicar carcoma.
Picadura de carcoma
Se tiene la creencia de que la carcoma acostumbra picar y morder a las personas, sin embargo, no es cierto. Estos organismos están vinculados con un pequeño parásito llamado Scleroderma doméstica que se asemejan a las hormigas. Estos diminutos huéspedes se valen de la presencia de las larvas de la carcoma para depositar sus huevos y conseguir alimentos de forma cómoda y cercana.
Es la Scleroderma doméstica la que se aproxima a las personas que se encuentren en el lugar de la infección y proporcionarles una picadura. Ello significa que la carcoma en sí misma no puede producir mordeduras o picaduras pero si poseen un tipo de parásito que es capaz de atacar a los humanos. Lo más recomendable ante la presencia de carcoma es contactar a un experto en control de plagas, reduciendo los riesgos de contacto con estos organismos.